Cómo organizar la cita perfecta

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Las citas suscitan dudas: “¿De qué hablaremos? ¿Qué hago con esta mujer que apenas conozco durante más de una hora? ¿Y si no tenemos nada acerca de que platicar?¿Cómo la invitaré a ir a un lugar más “íntimo”?”

Antes de dejarles los tips quiero contarles que en mis primeras experiencias en citas, cuando me inicié en este mundo de la seducción, no podía llegar siquiera a besar a las mujeres con las que me citaba. Los estímulos negativos que me dejaron tales fracasos fueron tan fuertes que una vez que aprendí cómo hacerlo bien, nunca más dejé de ir por un beso. Hoy en día tengo una seguridad total en mis citas. Casi podría decir que es el mejor momento de mis interacciones con mujeres.

Veamos entonces cómo podemos hacer para evitar este tipo de experiencias negativas:

El primer punto importante es: ¿Está la ella atraída hacia mi o no? La respuesta es siempre SI, cien por ciento SI. No hay razón por la cual una mujer vaya a una cita si no se siente atraída por tí. Por eso, poder llegar a besarla y tener sexo…. es enteramente tu responsabilidad! Si no llegas a eso es porque no estás liderando correctamente la situación.

El segundo punto es la logística pero de esto se habla muy en detalle en las clases  del AtraXion así que no voy a hacer referencia acá.

El tercer punto es el que más ansiedad genera: ¿Cómo liderar la cita hacia el beso? Para resolver este punto quiero hablar sobre cómo son mis citas estructuralmente.

Todas las citas exitosas son básicamente iguales. La estructura es la siguiente:

a) Charla situacional
b) Charla emocional
c) Escalada de contacto físico
d) Escalar en temperatura
e) Salto (del bar a un lugar más “intimidad”)


Charla situacional

Ella está tan nerviosa, o más, que tú, pues apenas se conocen. Suelen tartamudear un poco o incluso tener un lenguaje corporal rígido. Esto es una buena señal porque va a hacer que ellas busquen en seguida generar comodidad. Es por eso que en la primera etapa de la cita simplemente puedes platicar sobre cosas tan banales como de qué trabaja, o qué estudia, o qué hace en su tiempo libre. También es una buena etapa para hablar de lo que tú haces.  
No hay que pretender grandes diálogos en esta etapa. No es necesario ser el más divertido o extrovertido, como tampoco es necesario tener los mejores temas de conversaciones. Si te salen espontáneamente, bien; sino, da igual.

Ella está ahí contigo, y la tensión social es tan alta que va a hacer todo lo posible por romperla. Sólo debes dejar que ella hable y que poco a poco se vaya distendiendo la interacción. Por lo general en unos diez o quince minutos la interacción ya está en punto de comodidad, ambos están más relajados.

Logística: suelo encontrarme con ellas en unos metros del lugar al que vamos a ir así mientras vamos caminando podemos ir hablando un poco y des-estructurar la interacción.

Punto bisagra: ¿Qué hacer cuándo nos sentamos en la mesa? Este es un punto clave en la cita. Y la mayoría de los principiantes arruinan la cita ahí.

Varias cosas que decir al respecto. La primera, y la más obvia, hay que hacer que ella quede sentada al lado tuyo: hay que evitar que haya una mesa de por medio que los separe.

De cualquier modo si esto llegara a ocurrir tampoco hay que alarmarse. Llegado el momento bastará con ponerle una silla al lado tuyo y avanzar por el beso.

La segunda aclaración que me gustaría hacer, en relación al momento de sentarse, es que la mayoría de las mujeres van a tender a sentarse de una forma que no nos favorece. Es decir, es muy normal que se sienten y pongan sus pertenencias entre medio de ustedes (a modo de protección o de barrera), o que se reclinen hacia atrás, y en los primeros momentos no busquen comodidad porque de hecho aún están incómodas.

El secreto aquí es justamente copiar su lenguaje corporal, y si ellas se reclinan hacia atrás nosotros haremos lo mismo; si ella pone sus pertenencias como escudo, nosotros hacemos lo mismo.

Lo importante es no mostrarse apresurado. Tranquilo, tienes toda la cita por delante. En todos estos momentos la charla situacional está permitida, van a hablar de cosas superficiales. “Small talk” como le dicen en EEUU.

Charla emocional

Luego de uno 20 minutos en el bar ya hay que dar paso a la charla emocional. Seguir hablando de trabajo, y de cosas lógicas comenzaría a ser aburrido ya que ambos están ahí para que pase algo físico. Y si hay algo que impide eso, es por excelencia la charla lógica.

Bien, ¿Cómo dar lugar a la charla emocional? Simplemente contando anécdotas de tu infancia, haciendo que ella también lo haga. Utilizando el humor de forma espontánea, y demás.

En esta etapa, si es que te cuesta generar esos estados sin rutinas, se pueden usar: el juego de las preguntas (se hacen una pregunta cada uno, de a uno por vez) o hacer un test.  

(Aquí puedes leer varios test de personalidad para hacer en una primera cita)

Está permitido hablar sobre temas emocionales negativos. Del tipo: problemas con sus hermanas, o su relación con el padre, etc. Pero hay que tener en cuenta que no son estados permitan avanzar a la siguiente etapa. Por eso, si bien generan mucha conexión, habrá que estar atentos para no estancarnos en esos temas.

Por regla general les diría que si ellas sacan el tema escúchenlas un poco, pero eviten sacar ustedes este tipo de temas. Al menos las primeras citas.

Contacto físico

Una vez pasados unos 40 minutos y si ya están cumplidos los pasos anteriores, bastará con hacerle alguna rutina en la que toquemos sus manos (puede ser un test, claro) para ir por el beso.

(Aquí puedes leer un test que te permite tocar sus manos)


Si ella no se encuentra en una posición cómoda para el beso dile algo del estilo: “ven!” y cuando se acerca le hacés el test por ej.

Luego del test, le muestras tus manos con la palma hacia arriba mientras la mirás a los ojos. Ella va a entender y te va a dar las suyas. La sigues mirando y será momento del beso! Pruébalo, funciona.

Como verán, la forma de sentirme cómodo en las citas fué simplificando un poco todo. Teniendo en claro qué debía hacer. Sabiendo eso,  el hecho de estar con ella sentada al lado tuyo, y el hecho de manejar bien los tiempo va a hacer que el beso se dé casi automaticamente.

Escalar en temperatura

Siempre está la posibilidad de que luego del beso sigas conectando emocionalmente con ella hasta que se termine la cita, y dejar el sexo para otro encuentro. Pero como las mejores citas no son las que terminan en la cena sino en el desayuno, si quieres llegar a algo más esa misma noche, el mejor consejo es que poco a poco vayas subiendo la temperatura de los besos.

Para hacerlo no es necesario hablar sobre sexo (es una buena herramienta pero no la única). Tampoco es necesario tocarla indebidamente en el bar (de hecho, es mejor no hacerlo). Con besos intermitentes por un tiempo ya alcanza para levantar temperatura. A lo sumo alguna mano curiosa que se te escape por su figura, pero nada muy fuerte.

Algo que he hecho algunas veces es pasarnos de la mesa a alguna barra, y pedirnos algo más para beber. (Estar parado en la barra hace que sea mucho más fácil subir temperatura. No sólo por la comodidad en los besos, sino también porque la puedes agarrar cómodamente de la cintura.)

Otro punto fundamental es entrar en modo sexual. Tener tu cintura junto a la de ella, evitar algunos de sus besos de forma juguetona también son buenas maneras de empezar a levantar temperatura. Darle órdenes del tipo: ven! dame un beso! (en forma inmperativa).

Dependiendo de cómo se den los besos te vas a dar cuenta si ella está lista para llevarla a tu casa o a un hotel ese mismo día. No todas quieren tener sexo la primera noche. Pero si sientes que sí, habrá que hacer el “salto”.

Salto

Después de unos 20 a 40 minutos del primer beso (dependiendo de cómo hayas seguido) ya sabrás si la situación da para ir a otro lado. Si es así, bastará con decirle “vamonos!” y salir del lugar hacia tu carro o hacia un taxi.

Una buena manera de evitar tiempos muertos es pagar todo cuando tu o ella van al baño. Así te ahorrarás todo el tiempo en que estás pagando y ella se pregunta “¿Qué vamos a hacer luego?”.

Una vez afuera es muy posible que te pregunte a dónde van. Es necesario tener alguna respuesta amable. Mientras más amable más fácil va a ser que ella no se oponga.

Ir del bar a lugar del sexo debe resolverse de la forma más prolija posible.

Los momentos claves son:

– Pagar sin dejarla pensar mucho (pagar cuando tu o ella van al baño para agilizar el momenti).

– Afuera del bar generalmente preguntan a dónde están yendo (“Vamos a tomar algo a un lugar más tranquilo” es una buena respuesta)

Bueno, hasta aquí mis consejos para las citas. Vale aclarar que estas son las formas en que yo resolví este momento del juego. Y dudo mucho que sean las únicas.

Alejandro – 32 Años – 

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