Seducción: ¿Es el dinero más importante que la personalidad?

Desde que me desempeño como director de LevantArt – Escuela de Liderazgo y Seducción no pasa una semana sin que algún hombre me haga una humorada del estilo: “Yo sé la mejor forma de seducir a una mujer: regalarle un buen carro deportivo”. En Argentina hasta tienen una frase que es parte de la cultura popular: “billetera mata galán”.

¿Es cierto esto? ¿Las mujeres están más interesadas en el dinero que en la personalidad de los hombres? ¿Podemos seducir sin dinero?

(Para saber cómo detectar el interés de una mujer lea esta entrada)

Si el dinero es todo, la seducción más que un acto humano, social y voluntario sería un acto económico. Si el dinero es más importante que la personalidad o la forma de ser a la hora de congeniar con la mujer que deseamos. ¿Para qué ser agradable, divertido o seductor? Una cuenta bancaria con un par de ceros sería suficiente.

Vamos al fondo de la cuestión, porque en LevantArt pensamos que la idea de que el dinero importa a las mujeres más que la personalidad es machista y sobre todo, pensamos que es falso.

 (Para saber cómo generar atracción en las mujeres una vez iniciada la conversación, lee esta entrada)

En primer lugar, diferentes estudios en diversas poblaciones del mundo han demostrado que la mayoría absoluta de las parejas se constituyen entre personas de similar clase social. Es evidente porqué sucede esto: solemos movernos en ámbitos donde las personas son de nuestra misma clase social. En esos ámbitos, el dinero deja de ser un factor diferencial ya que todo poseen masomenos la misma cantidad. Si vamos a una fiesta y todos tienen el mismo nivel de ingresos que nosotros ¿quién gana en esa fiesta? ¿gana el dinero o gana la personalidad? Gana la personalidad, en dinero están todos empatados.

No sólo de ciencia vive el hombre

He leído artículos con la falacia de que “la ciencia ha confirmado” que a las mujeres le gustan los hombres con dinero. Se basan en estudios de este tipo: se les muestra a “x” cantidad de mujeres el perfil virtual de “x” cantidad de hombres. En todas las fotos, junto al nombre del hombre dice la cantidad de dinero que posee en el banco. Luego les preguntan a ellas: “¿Con quién tendrían una cita?” y el resultado es el esperado: las mujeres prefieren citas con los hombres que tenían más dinero en el banco. ¿Entonces?

Entonces es una pésima forma de presentar el tema “dinero vs personalidad”. Porque habría que hacer competir esos dos factores y no uno sólo. Es decir, no comparar la performance de un hombre con otro igual pero con más dinero, porque en ese caso no están comparando dinero vs personalidad, sino que están analizando el factor dinero aisladamente. Por ejemplo, es obvio que si ofrecemos una foto de un hombre lindo versus uno feo, las mujeres probablemente prefieran una cita con el “más lindo”. Sin embargo ¿el aspecto es más importante que la personalidad?. No lo creo, todos tenemos en el grupo de amigos a uno “feo y ganador” y a otro “lindo y tímido”. La mayoría de los hombres sabemos que por lindos no ganamos, la personalidad es más decisiva. ¿Y el dinero?

Propongo el siguiente experimento a los fanáticos de la ciencia. Es difícil de emular pero lo he visto desarrollarse frente a mis ojos enorme cantidad de veces: pongamos en un mismo bar a un hombre sin técnicas de seducción pero con diez mil dólares en el bolsillo y a otro sin dinero pero con de técnicas para seducir, un galán. Yo ya sé quien gana. Tuve amigos (y tuve decenas de clientes) con mucho dinero que seducían mucho menos efectivamente que otros que no les sobraba nada de dinero pero sí mucha actitud e inteligencia social. Por supuesto las técnicas que enseñamos en LevantArt poco y nada tiene que ver con la cantidad de dinero que uno tenga.

Por último, tratemos la cuestión de género. En el estudio  “¿Cómo se constituyen las parejas?: Entre las diversas formas del amor y los límites de la clase social.” la Dra Gabriela Gómez aborda la cuestión de la clase social de los integrantes de las parejas en la Argentina contemporánea. Los resultados sorprenderían a más de uno: los hogares donde ambos miembros de la pareja son de la misma clase son el 52,9%, la gran mayoría como habíamos dicho. Los hogares en que la clase del cónyugue varón es superior a la de la mujer es el 18,9%. Por último, los hogares en que la clase social de la mujer supera a la del varón son el 27,8% de los casos, casi una tercera parte. Es decir que si hablámos de géneros, pareciera ser que son más bien los hombres quienes tendemos a ascender de clase social con el matrimonio.

No necesitamos dinero para seducir a la mujer que deseamos realmente. Seducir no es un privilegio, es una necesidad. A pesar de que nos quieran hacer creer lo contrario, que la seducción es un lujo reservado para estrellas de TV y multimillonarios, no es así.

Para seducir a una mujer no hay más que entenderlas como los seres hermosos que son, con cualidades tan diferentes a las nuestras que día a día debemos re-descubrir. ¿Qué es ser un buen seductor? Preocuparse en entender a las mujeres, son complicadas pero bellas. Y preocuparse sobre todo de ser cada día una persona un poco mejor. No hay más secreto que ese.

Martin Rieznik

Director de LevantArt, Escuela de Coaching Social, Liderazgo y Seducción.

Autor de “El juego de la Seducción” Ed Dibuks, 2013.

Para más información: www.levantartseduccion.com

martin@levantartseduccion.com

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