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Vivimos en una época donde muchas de las interacciones no ocurren cara a cara. La gente se conoce porque le da like a una foto en Instagram o en Facebook, le parece atractiva una mujer en Tinder o Happn. O, como me pasó en este caso, porque le contestas algo a una periodista en Twitter.
Trabajo en periodismo y hace un tiempo atrás, comentando un partido de la selección de fútbol (sí, fútbol) por Twitter, me crucé con una periodista muy guapa. Por supuesto la stalkeé, quería saber más de ella. Morena, pelo largo, anteojos (me matan los anteojos), una auténtica «It girl». La típica «periodista de deportes» a la que contratan, entre otras cualidades, por su nivel de belleza. Ella lo sabe, sino no tendría su Instagram lleno de fotos producidas y en poses más que sugerentes. Tiene miles de seguidores, por lo general hombres que tratan de seducirla con la onda dulce “Eres linda, me encantas” y todo eso. Cuando le puse Follow, ella de inmediato me siguió de vuelta. No le presté atención por una semana…
Siguiente partido de la selección: Nuevamente comentarios ida y vuelta con ella, así como con miles de otros twitteros. Pero esta vez le hablé por mensaje privado.
Miguel: Pregunta rápida ¿Sabes cuánto pesa un oso panda?
It Girl: Ah… eh no…
Miguel: Lo suficiente como para romper el hielo… ¿Qué tal? Soy Miguel.
IT Girl: Wuajajajajaja me encantó, nadie me había saludado así…
Conversamos un buen rato. Le dije que me diera su teléfono porque me llegaban mil notificaciones al correo y se estaba volviendo irritante (con emoticón smile face y lengua afuera. Me es muy útil apoyarme en los emoticones para expresar el sentido de las frase…)
Hablamos por Whatsapp. Utilicé el esquema de juego que vimos en el curso AtraXion: un par de preguntas y rutinas… todo fluía… La selección jugaba al día siguiente y quedamos en ir a un bar a verlo.
Vimos el partido y nos quedamos en el bar después. Conversamos mucho y sin parar. Creo que podría haberla besado (incluso le hice la rutina de medio beso que vimos en clase) pero me detuve. Quería algo más que besarla. Preferí esperar el momento preciso.
Seguimos hablando por Whatsapp al día siguiente. Ella me dice que la invite a comer, pero le cambié el marco de la interacción. Le dije que saliéramos a bailar a un lugar donde entremos al VIP gracias a ella, la desafié. Fuimos a un club donde conozco algunas personas y, obvio, ella también. Cumplió el desafío. Figurábamos en el VIP. Estuvimos ahí, hice juego social como loco, sin apocarse…
La fui a dejar nuevamente a su depto. En el auto nos despedimos…. Y me bajé del auto…
Miguel: ¿Sabes? Esto no podemos dejarlo así…
Me acerqué y la besé de manera suave y corta. No yendo al extremo, esperando que ella tratara de ganarse un verdadero beso. Cumplió con esa prueba también. “Quería que me besaras desde que hablamos por Whatsapp. Sentí mucha curiosidad por ti porque sentí que estabas interesado en conocerme de verdad”. Luego me confesó que muchas veces tipos le hablan y piensan que el sexo está ahí porque tienen su número. Yo le generé curiosidad. Me confesó que me había googleado y que sabía de mi trabajo.
(Más sobre cómo generar atracción en una mujer en esta entrada)
Subimos al depto. Me fui al día siguiente y no porque me haya quedado a dormir jajaja
Miguel – 29 años – Periodista
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